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Arquitectos: Aleph Zero
Descripción enviada por el equipo del proyecto. I
Más allá de un gran descampado, es posible divisar una inmensa masa verde que se destaca en el horizonte. Esto, curiosamente, me magnetiza como un espejismo, que me atrae con una fuerza extraña y extraordinaria a su interior, como si hubiera algo allí para hacerse sentir. Inconscientemente, camino lentamente hacia ella, cruzo el claro y poco a poco la maleza se acerca a mi cintura. Paso la mano suavemente sobre ella, a medida que crece y da la bienvenida a mi cuerpo, como si me abrazara de a poco.
En errante, como hipnotizado, trato de llegar a su interior, y mientras me acerco se vuelve más denso, siempre poco a poco, en las transiciones imperceptibles me vuelvo más pequeño respecto a su tamaño con cada nuevo paso que doy. No siento ninguna interrupción brusca, todo fluye, siempre es una constante, de paso, un continuo, un sentimiento que une al siguiente, aunque, a veces, mis ojos se fijan en los pequeños detalles que la componen, no estoy atrapado en ellos y sigo adelante.
No soy sólo yo el que se mueve, esto se mueve en respuesta a mí y a una multitud de otros elementos sobre los que no tengo control. Nos movemos juntos hasta el punto de no saber si está interfiriendo conmigo o si yo interfiero con él. Poco a poco, como un descubrimiento, veo un punto de luz distinto; Me siento atraído por él; Yo camino hacia él. Cuanto más me acerco más fuerte se vuelve. Al principio era sólo un punto, ahora es un fuerte haz de luz que se mezcla con el sentido de acogida que tiene mi cuerpo. Con cada paso la luz se hace más intensa hasta el momento en que estoy a punto de tocarla, pero para esto ahora necesito romper una barrera, un portal. No vacilo y entro. Como en una epifanía, estoy en el claro donde, una vez más, la luz abunda y perturba la transición suave que había experimentado. Ahora, todo es claro y aún más vertical, la escala es otra, y pienso en cómo sería si los demás estuvieran aquí disfrutando de este mismo lugar.
II
Entre ir y venir, entre el acceso y la salida, entre las diferentes jerarquías, ¿Cómo se comporta mi cuerpo? ¿Qué pasa si no se abrió ninguna otra puerta? ¿Qué pasaría si el simple desplazamiento nos permitió no sólo el acceso, sino que también proporcionó una amplia gama de sensaciones indicativas de la experiencia del presente y no de un nuevo estado que uno sueña para el acceso? ¿Qué pasa si la dialéctica se ajustaba a través de una ruptura sensorial, tal como se disociara lo establecido rutinariamente entre lo público y lo privado, entre el interior y el exterior, entre el pasado y el futuro?
Puesto que no hay manera de experimentar un conocimiento metafísico acerca de un próximo estado - sea dentro o fuera de, por ejemplo - sólo se puede experimentar desde el momento en que se encuentra en este otro estado. Es decir sólo entendemos lo que realmente significa "estar dentro", una vez que vivimos este nuevo momento.
Nuestro objetivo es alargar la brecha que se produce entre dos estados distintos, para disolver una línea rígida en un gradiente de puntos que se expanden y, de ese modo, conformar un espacio que nos recuerda, ahora y de forma continua, de algo que está en el medio, o en el a través de.
